Al igual que nuestra piel, nuestro cabello y cuero cabelludo necesitan cuidados específicos dependiendo del tipo de cabello y su estado en un momento determinado.
El cuidado del cabello comienza con una buena limpieza, con un champú adecuado y se complementa con otros tratamientos capilares (mascarillas, acondicionadores, etc.) adecuados para cada tipo de cabello.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de elegir un champú?
La función del champú es eliminar la suciedad manteniendo intacta la función barrera.
Los champús convencionales basan su poder limpiador en agentes espumantes que no respetan el PH de la piel. Para conseguir esa espuma tan deseada por los consumidores se usan un tipo de sulfatos que son agentes limpiadores abrasivos para el pelo e irritantes para los ojos. ¡La espuma es sólo un efecto, no tiene nada que ver con el poder limpiador del champú!
Es por lo tanto importante elegir para la limpieza champús naturales sin sulfatos (sodium laureth sulfate), que aunque no hagan mucha espuma limpian de forma eficaz el cabello, respetando su fisiología natural sobre todo para personas con el pelo seco, deshidratado, teñido donde la producción de sebo es escasa.
¿Qué función tienen las mascarillas capilares?
Las mascarillas además de facilitar el peinado, mejoran el aspecto del cabello proporcionándole brillo y flexibilidad.
Hay ciertos productos como son los tintes, decolorantes y permanentes que alteran el cabello, luego el uso de mascarillas es fundamental para reparar el cabello, protegerlo, hacerlo más manejable y devolverle el brillo.
El cabello teñido se caracteriza por falta de cutícula, en este caso se aconseja el uso de mascarillas que utilizan proteínas hidrolizadas, como la queratina que confiere al cabello resistencia, por lo que se evita la rotura. Además de incluir aceites vegetales con propiedades nutritivas capaces de lubricar el cabello sin engrasarlo.
Una vez que hayamos escogido el tratamiento adecuado, hay que tener en cuenta algunos detalles importantes:
. No lavarse el cabello con agua demasiado caliente, usar preferentemente agua tibia.
. Usar cepillos de cerda suave.
. No lavarse demasiado el cabello, aunque esta norma no se aplica para todo el mundo, ya que un cabello graso necesita mayor frecuencia de lavados que un cabello seco, por lo contrario lavarse la cabeza de forma muy escasa tampoco es bueno, ya que el cuero cabelludo puede favorecer el crecimiento de bacterias y debilitar el cabello. Para un cabello seco se recomienda dos lavados a la semana, sin embargo para un cabello graso según necesidad, pero al ser posible no todos los días.
. Realizar suaves masajes que contribuyen a la estimulación de los bulbos pilosos.
Recuerda que un cabello bien cuidado es el reflejo de una buena salud.
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Champú con queratina y aceite de argán . Cabello seco, deshidratado, teñido….
HOla a tod@s!
Llevo poco tiempo usando el champú y la mascarilla, pero aún así, he obtenido resultados desde el primer uso. La suavidad y el brillo en el pelo se aprecia desde el primer lavado. También lo he notado en el pelo de mi hija,le han desaparecido los enredos y peinarla se ha convertido en una gozada. Ambas estamos encantadas.
Me parece un producto muy eficaz y acertado.
Felicidades Sehaqui!
Me alegro que te haya gustado, tanto el champú como la mascarilla de queratina y aceite de argan están dando buenos resultados en cabellos secos, aportan brillo e hidratación dejando el pelo suave y flexible.